sábado, 29 de agosto de 2009

Y lo que es más, serás un Hombre, hijo mío


De Rudyard Kipling

Si…

Si puedes mantener la cabeza sobre los hombros
cuando otros la pierden y te cargan su culpa,
Si confías en ti mismo aún cuando todos de ti dudan,
pero aún así tomas en cuenta sus dudas;
Si puedes esperar sin que te canse la espera,
o soportar calumnias sin pagar con la misma moneda,
o ser odiado sin dar cabida al odio,
y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad:

Si puedes soñar y no hacer de tus sueños tu guía;
Si puedes pensar sin hacer de tus pensamientos tu meta;
Si Triunfo y Derrota se cruzan en tu camino
y tratas de igual manera a ambos impostores,
Si puedes tolerar que los bribones,
tergiversen la verdad que has expresado
y que sea trampa de necios en boca de malvados,
o ver en ruinas la obra de tu vida,
y agacharte a forjarla con útiles mellados:

Si puedes hacer un montón con todas tus victorias
Si puedes arrojarlas al capricho del azar,
y perder, y remontarte de nuevo a tus comienzos
sin que salga de tus labios una queja;
Si logras que tus nervios y el corazón sean tu fiel compañero
y resistir aunque tus fuerzas se vean menguadas
con la única ayuda de la voluntad que dice: “¡Adelante!”

Si ante la multitud das a la virtud abrigo,
Si aún marchando con reyes guardas tu sencillez,
Si no pueden herirte ni amigos ni enemigos,
Si todos te reclaman y ninguno te precisa;
Si puedes rellenar un implacable minuto
con sesenta segundos de combate bravío,
tuya es la Tierra y sus codiciados frutos,
Y, lo que es más, ¡serás un Hombre, hijo mío!



If

If you can keep your head when all about you
Are losing theirs and blaming it on you;
If you can trust yourself when all men doubt you,
But make allowance for their doubting too;
If you can wait and not be tired by waiting,
Or, being lied about, don't deal in lies,
Or, being hated, don't give way to hating,
And yet don't look too good, nor talk too wise;

If you can dream - and not make dreams your master;
If you can think - and not make thoughts your aim;
If you can meet with triumph and disaster
And treat those two imposters just the same;
If you can bear to hear the truth you've spoken
Twisted by knaves to make a trap for fools,
Or watch the things you gave your life to broken,
And stoop and build 'em up with wornout tools;

If you can make one heap of all your winnings
And risk it on one turn of pitch-and-toss,
And lose, and start again at your beginnings
And never breath a word about your loss;
If you can force your heart and nerve and sinew
To serve your turn long after they are gone,
And so hold on when there is nothing in you
Except the Will which says to them: "Hold on";

If you can talk with crowds and keep your virtue,
Or walk with kings - nor lose the common touch;
If neither foes nor loving friends can hurt you;
If all men count with you, but none too much;
If you can fill the unforgiving minute
With sixty seconds' worth of distance run -
Yours is the Earth and everything that's in it,
And - which is more - you'll be a Man my son!





No recuerdo el momento de "El hombre que pudo reinar" de John Huston en el que se cita este poema. ¿Alguien me ayuda?

sábado, 1 de agosto de 2009

Reyes del rock y del pop

Un año después, y mientras medito retomar esta vuestra cadena amiga, ahí va esa langosta de Elvis, porque un verano sin Elvis ni es verano ni es ná. Calor, Nueva Orleans de fondo y maravilloso dueto en esta escenita del film "King Creole".



Y muy tarde pero no por ello menos sentido, un tributo al gran Michael Jackson, a través de un video suyo que me encanta (como casi todos). Rodado en Brasil por Spike Lee tiene ritmo, color, mezcla racial y uno de esos estribillos que se te clavan en el cerebro. Qué grande eres Michael.



Larga vida al rey.

sábado, 2 de agosto de 2008

El jefe y el mago

Acabamos de llegar de Inglaterra, de cuyo viaje daremos buena cuenta en los próximos días, porque hay mucho y bueno que contar. Mientras tanto, les dejo con la última entrada que quedó finalmente sin publicar, por problemas de tiempo.

El jefe y el mago

Los dos últimos conciertos de mi particular gira veraniega fueron muy especiales por razones bien diferentes. De hecho, si pienso en ello, es difícil encontrar dos espectáculos que al mismo tiempo sean tan brillantes y tan opuestos entre sí. Por un lado tenemos el grandilocuente espectáculo de masas, el show para todos los públicos tan generoso como agradecido, la estrella vaciándose ante un público que no para de corear el nombre de su ídolo. Himnos de toda la vida para alzar el puño el alto, coger de la mano a la persona amada o simplemente bailar al son de la música de parte de nuestra vida. Por otro, el elitista teatro de máscaras, para contemplar, entre la sorpresa y la admiración, el arte de este bufón imprevisible. Dos ciudades tan dispares como Madrid y Barcelona en apenas dos días de diferencia fueron el escenario de las funciones de dos artistas tan importantes, necesarios y diferentes entre sí como son Tom Waits y Bruce Springsteen. Claro que en su día Bruce versioneó "Jersey girl" de Waits, ya conocen el subtítulo de este blog. Pero esa es otra historia.

Madrid, Estadio Santiago Bernabeu. 17/07/2008


"oe, oe, oe, oeeeeeeeee"

Lo peor de Bruce Springsteen siempre ha sido parte de su público español. Él no tiene la culpa, claro, pero en España, el aficionado al Boss es el típico individuo que no tiene ni idea de música más allá de The Police, U2, Queen o Dire Straits. Los grupos que triunfaron en los años 80, perennes generación tras generación. Alaska tiene razón, en España aún estamos en los años ochenta. Aunque a ella le viene bien, claro. Son los grupos que mencionan los futbolistas como favoritos en las entrevistas ( no parece casual que todos toquen en estadios de fútbol) o los predilectos de la Casa Real, que ya se sabe la tradición rockera que siempre ha tenido. Pero como decimos, Springsteen no tiene la culpa, como tampoco la tiene de que en España lo asociemos al cretino de Manel Fuentes. Sería como decir que no escuchas a The Beatles porque te recuerdan a Joaquín Luqui. Por eso, si el rockero de pro se libera de sus prejuicios se dará cuenta de la relevancia de uno de los músicos vivos más importantes del mundo.

El Jefe

Va a cumplir sesenta años, lo ha dicho y demostrado todo en el mundo de la música, es multimillonario y puede ocupar su tiempo en lo que le venga en gana. Sin embargo, y a pesar de todo, o quizás precisamente por eso, el amigo Springsteen sigue siendo el artista más generoso que he visto sobre un escenario. Al menos de los de sus estatus, que ya se sabe que es más común darlo todo sobre las tablas cuando eres joven, vives deprisa y aún tienes que reivindicarte ante el mundo. Tres horas de concierto sin apenas interrupción ni momentos para el relax, en un show en el que el Boss accede a las peticiones de la audiencia que le entrega en las primeras filas pancartas con títulos de canciones, dan fe del carácter de este working class hero. Bruce se abraza a sus fans, se deja sostener por decenas de brazos anónimos, saca a una chica en "Dancing in the dark" (como en el videoclip), habla con su audiencia, no hace descansos, se mueve, grita, anima todo el tiempo...


"Vamos tos p´arriba"

Aunque el repertorio abunda sobre todo en temas enérgicos, para darle protagonismo a la E Street Band que aún sigue al pie del cañón (incluso con la baja del teclista Danny Federici), uno de mis momentos favoritos fue la intimista versión de "The River", con el Boss ocupando sólo y en penumbra el centro del escenario. Él, su armónica, y una historia de la América profunda. Cómo me gustaría verle en un teatro tocando material de "Nebraska".

No importa que sus últimos discos sean discretos, ahí está un repertorio que tira de espaldas con temas como "Badlands", "The Promised Land", "Born to run" o "Jungleland" (la palabra "land" está en casi todo su cancionero, siempre ha sido muy telúrico; la segunda palabra más utilizada es "street"). Desde la inicial "Night" hasta la versión final del "Twist and shout"(mezclada con "La Bamba", como le plagiaba Carlos Goñi), el viejo Bruce se empeñó en ofrecerle a la audiencia todo lo que esperaba de él: entrega, entusiasmo, alegría, rabia y todas esas maravillosas canciones. "Brilliant disguise" y "Cover me" fueron las peticiones de un público de un Bernabeú lleno hasta la bandera, que contó con algunas presencias ilustres como Mercedes Milá o Mar Flores, con los que no tuve la fortuna de coincidir.

Sobre la E Street Band, comentar que respaldó de manera eficiente a Springsteen sin restarle un ápice de protagonismo. Ni siquiera el entrañable Clarence Clemons, al que la audiencia ovacionó en su presentación, puede hacerle una pizca de sombra en un espectáculo tan enérgico como calculado al milímetro. Porque Springsteen es tan pasional y entregado como profesional. Sólo de esta manera podría mantenerse en tan buena forma a su edad.
Tras tres horas de intenso concierto, veintiocho canciones y arruinarme en la zona de merchandising, llegaría una larga noche de tedio por la dificultad de pillar un taxi ante la presencia de miles y miles de fans. Pero esa es una historia que no corresponde contar aquí ahora. No importó el cansancio, la sensación final era la de una nueva noche histórica.


Este fue el set-list, al que solo pongo un pero: faltó "Thunder Road".

1. Night
2. Radio Nowhere
3. Lonesome Day
4. The Promised Land
5. Spirit in the NIght
6. Summertime Blues
7. Brilliant Disguise
8.The River
9. Cover Me
10. Trapped
11. No Surrender
12. Out in the Street
13. Because the Night
14. Cadillac Ranch
15. Livin' in the Future
16. Mary's Place
17. Tunnel of Love
18. The Rising
19. Last to Die
20. Long Walk Home
21. Badlands
(Encore)
22.Jungleland
23. Seven Nights to Rock
24. Born to Run
25. Bobby Jean
26. Dancing in the Dark
27. American Land
28. Twist and Shout



Barcelona. Auditorio del Fórum 15/07/2008

Dicen que lo mejor no es su acústica, pero lo cierto es que el auditorio del Fórum es un recinto muy atractivo para un espectáculo de estas características. Aforo reducido, edificio vanguardista y un escenario en el que incluso antes de empezar ya preveíamos que algo grande iba a suceder. Una tarima circular en el centro del escenario, rodeado de todo tipo de instrumentos a su alrededor, un piano a la derecha, y un montaje de lo más teatral provocó la expectación de un público que sabía a lo que venía.

El mago


Resulta complicado explicar cómo es un concierto de Tom Waits. Más que nada porque no es un show de rock, de blues, de cabaret o de jazz al uso, aunque en él podamos disfrutar de todo lo mencionado y más. Waits más que un cantante es un mago, un maestro de marionetas, un bufón, un contador de historias. En cada tema, se transforma y adquiere la personalidad de la canción. Del predicador al bluesman, del pianista borracho al cuentacuentos, Waits realiza un espectáculo tan personal como único. Sus versiones difieren de las de sus discos, a veces más aceleradas, otras más lentas; su voz es potente y cruda, emotiva y contundente; gesticula todo el rato, levanta polvo con sus zapateos en la tarima, toca varios instrumentos, baila, se para, le cuenta historias a la audiencia. Sorprende todo el rato. Lo suyo no es sólo música, tampoco es sólo teatro. Su show es pura magia, una magia que te mantiene embrujado durante todo el concierto.


Su repertorio es tan apabullante que casi no importaba lo que fuera a tocar, aunque yo agradecí enormemente los temas de "Bone machine", su mejor disco en mi opinión. Desde el inicio perfecto del rock 50´s "Lucinda" (de su magnífico "Orphans") hasta el emotivo "Dirt in the ground", Waits repasó canciones de todas sus épocas, con predilección por su maravilloso "Rain dogs", y alguna de sus últimas obras maestras como "Mule variations". El ya previsible "Innocent when you dream" que realiza en la parte en la que se sienta al piano fue celebrado y coreado por todo el teatro, que en ocasiones realizaba peticiones a gritos. Tal vez se confundieron de concierto. De ciudad.


Resulta difícil definir un concierto de Tom Waits. Hay que estar allí para hacerse una idea de la atmósfera teatral que crea con la mínima expresión. Para apreciar el carisma desbordante y la personalidad gigantesca de este personaje. Waits pasa de lo íntimo a lo excesivo incluso dentro de una misma canción, su show, aunque esté medido al mílimetro, parece imprevisible. Lo es para gente como yo, que lo veía por primera vez. La banda que le acompaña es simplemente correcta pero él no necesita más. Él es el único protagonista de un espectáculo que da la sensación que podría alargarse hasta el infinito, y que en las dos horas que dura se hace realmente corto.


Salí del Auditorio como quien despierta de un sueño. Tal vez es que yo también sea inocente cuando duermo.

Este fue el repertorio:
1. Lucinda/Ain’t Going Down To The Well No More
2. Way Down In The Hole
3. Faling Down
4. Poor Edward
5. I’ll Shoot The Moon
6. Cemetery Polka
7. All The World Is Green
8. Get Behind The Mule
9. Such A Scream
10. Murder In The Red Barn
11. Singapore
12. Invitation To The Blues
13. Johnsburg, Illinois
14. Lost In The Harbour
15. Innocent When You Dream
16. Lie To Me
17. Hoist That Rag
18. Hold On
19. Black Market Baby
20. Trampled Rose
21. Make It Rain (intro of Going out west, cut short)
22. Rain Dogs
23. Dirt In The Ground


El día anterior, que también tocó en el mismo teatro, asistió al concierto Manel Fuentes. ¿Ven como todo está conectao?
Pronto, London Town.

jueves, 10 de julio de 2008

Bob Dylan en Andalucía

La gira española de Bob Dylan ha sido mi acontecimiento musical del año. Desde que fuera abducido hace unos meses por la discografía del bardo de Duluth, una de mis mayores ilusiones era volver a ver en directo al norteamericano vivo más importante del mundo. Guardaba lejanos en mi memoria los recuerdos del concierto de Córdoba de 2004, esos en los que se fundía la melodía monocorde del judío con un repertorio tan impresionante como difícil de reconocer, el flamenquín del año 2000 o Eva Amaral plagiando a George Harrison. Había que renovar esos momentos de Bob a la pianola, esa imagen de predicador de película del oeste, con el gesto adusto y la presencia mítica, esa elegante banda compenetrada con la imprevisibilidad del genio de Minnesota. Qué mejor manera que asistir a los dos conciertos andaluces, que me aportaron emociones distintas pero la misma sensación: no hay nadie como él.


Recinto Ferial de IFEJA, Jaén. 5 de Julio de 2008

Un terrible fotomontaje de photoshop que parece diseñado por una alumna de Primaria que hubiera ganado el concurso del colegio nos muestra la fusión perfecta de un Dylan coloreado y los olivos de Jaén. Se trata de un cartel que presenta la fiesta del aceite con denominación de origen, una hábil iniciativa del ayuntamiento. Uno pensaba que el viejo Bob había venido a España a concienciar sobre el agua, pero ya se sabe que una vez puestos, uno promociona el aceite, a Obama o lo que haga falta. Lástima que no haya tocado en Utrera. Me hubiera gustado probar mostachones con la cara de Dylan.

Un largo viaje en tren me dejó a eso de las cuatro y media en una calurosa Jaén, una ciudad envidiosa de la belleza de Úbeda y Baeza. Tras un rápido acomodo en hotel y un breve refrigerio preguntamos por el recinto ferial, que según el mapa no parece estar demasiado lejos de donde nos encontramos. "Pueden coger un autobús, porque está a unos tres kilómetros, a la salida de Jaén". Exageraos estos jienenses, pensamos. Seguro que sólo es un paseo. Pues no, no exageraba. Tuvimos que tragarnos una caminata por carretera bajo un sol de justicia que no se nos olvidará jamás. Y es que el recinto ferial (¿feria de muestras o feria de abril?) parecía no existir, ¡llegamos a ver el cartel que nos despedía de Jaén! Tras preguntar en una gasolinera, nos confirman que ya nos queda poco. De hecho nos quedaba tan poco trecho como paciencia.

Pero llegamos, y esperamos la cola de rigor, no demasiado extensa. Y por cierto que era un recinto ferial de muestras, techado pero abierto por tres lados, rodeado de un horrible edificio que impedía que aquello se refrigerara lo más mínimo. Al público, con una media de edad contemporánea a la de Dylan, no parece importarle demasiado. Para eso Dios inventó la cerveza.

Quique González sale al escenario con pinta de roadie y realiza una breve actuación, tan minimalista como celebrada entre la parte más joven de la audiencia. Acompañado de acústica o piano canta canciones de soledades y hoteles y a mí no me llega lo más mínimo. Ni canta ni toca mal, pero su propuesta no me la creo, supongo que es mi eterno problema con el rock cantado en español. A las canciones rock en español le sobran sílabas.

A las 21:30 aparece el viejo Bob con su sombrero blanco y su levita negra, su imagen actual, que conjuga tan bien con el irónico título de su último disco, "Modern Times". Compruebo gratamente que Dylan tiene mejor voz y ánimo que mis recuerdos cordobeses, y conserva intacta su particular manera de versionear sus propias canciones. Dylan parece sentirse muy cómodo con su repertorio más reciente, en el que vuelve al rock, jazz y blues cincuentas, y basa gran parte de su repertorio en ese sonido, arropado por una impecable banda en la que brilla el bajista Tony Garnier con luz propia. Es él quien dirige a la banda, y el unico privilegiado a quien Bob habla y sonríe de vez en cuando. No en vano lleva con él casi dos décadas, desde 1989.

A diferencia del concierto de 2004, Dylan ocupa el centro del escenario, ligeramente escorado a la derecha. En Córdoba estaba más a la izquierda, más oculto. Quizá más deteriorado. Sigue a la pianola como entonces, pero se le ve más alegre, más activo. Ya no es ese cowboy clavado en su posición. Ya no parece tan serio, aunque su presencia siga siendo imponente.

El repertorio de esta gira es particularmente atractivo, ya que enlaza temas nuevos, clásicos de siempre y temas más oscuros o extraños, como el "Watching the river flow" inicial o ese "Things have changed" que formó parte de la banda sonora de "Jóvenes prodigiosos". Debido a mi obesión con "Bringing it all back home" celebré especialmente ese "It´s allright ma (I´m only bleeding)" que honestamente, tardé en reconocer. El público celebró, aparte del lógico tema final, esa maravilla de "Stuck inside of mobile...", que provocó la media sonrisa de Bob. De las más modernas, sonó especialmente emotiva "Workingman´s Blues # 2", que nos trae a la memoria algunos de sus grandes temas del pasado. Otras maravillas como "Lay, Lady, lay", "Highway 61 revisited" o "The Lonesome death of Hattie Carroll" sonaron tan brillantes como diferentes, y demostraron que su cancionero pasa la prueba hasta del Dylan más rebelde y pasota.

Dos horas de intenso rock and roll con una banda empeñada en motivar a un Dylan huidizo fueron la sensación de un fin de semana de tinte agridulce que provocaron, si cabe, que mis ganas de Bob aumentaran. El sábado había sido un día largo y caluroso (durante el concierto hubo amagos de asfixia y mareos, por esa mezcla de sudor y marihuana tardía), de reencuentros y emociones, que prologaron un domingo no menos caluroso e intenso. Y en medio de todo ello, Dylan y sus canciones, esas benditas canciones que ya forman parte de mí.

Por si alguno de los asistentes nos lee y tiene curiosidad, les dejo el set-list:

1. Watching The River Flow
(Bob on keyboard, Donnie on lap steel)
2. Lay, Lady, Lay
(Bob on keyboard, Donnie on pedal steel, Stu on acoustic guitar)
3. The Levee's Gonna Break
(Bob on keyboard, Donnie on electric mandolin, Tony on standup bass)
4. Stuck Inside Of Mobile With The Memphis Blues Again
(Bob on keyboard, Donnie on pedal steel, Stu on acoustic guitar)
5. Moonlight
(Bob on keyboard and harp, Donnie on electric mandolin, Tony on standup bass)
6. Rollin' And Tumblin'
(Bob on keyboard, Donnie on electric mandolin)
7. Workingman's Blues #2
(Bob on keyboard, Donnie on pedal steel, Stu on acoustic guitar)
8. Things Have Changed
(Bob on keyboard, Donnie on violin)
9. The Lonesome Death Of Hattie Carroll
(Bob on keyboard, Donnie on electric mandolin, Stu on acoustic guitar, Tony on standup bass)
10. It's Alright, Ma(I'm Only Bleeding)
(Bob on keyboard, Donnie on banjo, Tony on standup bass)
11. Spirit On The Water
(Bob on keyboard and harp, Donnie on pedal steel, Tony on standup bass)
12. Highway 61 Revisited
(Bob on keyboard, Donnie on lap steel)
13. Ballad Of Hollis Brown
(Bob on keyboard, Donnie on banjo, Denny and Stu on acoustic guitars, Tony on standup bass)
14. Summer Days
(Bob on keyboa, Donnie on pedal steel, Tony on standup bass)
15. Ain't Talkin'
(Bob on keyboard, Donnie on viola, Stu on acoustic guitar, Tony on standup bass)

(encore)
16. Thunder On The Mountain
(Bob on keyboard, Donnie on lap steel)
17. Like A Rolling Stone
(Bob on keyboard, Donnie on pedal steel)


Estadio Municipal Chapín, Jerez. 8 de julio de 2008

No sé si fue más chocante el encuentro con ese personaje de Barbate, barbudo y padre del músico Jimmy que nos encontramos en el preconcierto cervecero (Cádiz es proclive a este tipo de individuos) o comprobar que el escenario estaba a un tiro de piedra de las gradas, como si de un concierto íntimo se tratara. Para hacerse una idea, el público de pie no llegó a pisar el césped, todo el espacio se limitaba a la pista de atletismo que bordea el campo de juego y al cemento que separa la pista de los asientos. Había realmente poca gente, mucha menos desde luego de la que se informa en los periódicos locales, algo que por supuesto celebré encantado. ¡Viva la incultura musical andaluza!

Enseguida nos colocamos en las primeras filas, perpendiculares a la pianola del viejo Bob. Vamos a ver hasta las manchas cutáneas de Dylan, pensamos. ¡Estamos realmente cerca! Es cierto que tal posición obliga a aguantar el fuerte olor corporal de la audiencia colindante, pero podremos superarlo. Si fuimos capaces de soportar al payaso de telonero que nos endosaron, un Hermosilla que cantó para sí mismo y se olvidó de la audiencia, seríamos capaces de cualquier cosa.

A diferencia de Jaén, la audiencia es de lo más variopinta. Ahí tenemos a un clon de Ron Jeremy, allí a un chaval despistado que nos dará la vara haciendo peticiones, como si estuviéramos en una boda; mucha camiseta de The Rolling Stones (¿quizá la única rockera que tienen?), algunos guiris de esos que se hacen toda la gira, clientes del hotel pegado al estadio, viendo de gorra el espectáculo, y en general más gente joven de lo esperado. Los tiempos no están cambiando tanto, después de todo.

Las sensaciones de este concierto fueron muy diferentes al del sábado, entre otras cosas porque nos juntamos dieciséis amigos de diferente procedencia (muchos no se conocían entre ellos) que convirtieron aquella experiencia en única. Como si se mezclaran mundos incompatibles entre sí, como si diferentes dimensiones se intercalaran por culpa de un error del continuo espacio-tiempo que diría Doc Brown... Todo está conectao, está claro. De principio a fin fue una fiesta y una risa continua, en parte por los nervios de tener a esa leyenda tan cerca, en parte por la situación, en parte por la propia Jerez, tan ajena a un espectáculo de estas características. Comprobamos sorprendidos que los socios del Xerez Club Deportivo pueden entrar gratis. Es tarde para avisar a mi primo.

Sobre el concierto, me encantó que tocara hasta ¡diez! temas distintos al concierto anterior. Con la misma energía y alegría o más que el show del aceite, Zimmerman impresionó con su carisma y con algunas interpretaciones fieles, como la maravillosa "Masters of War", larga y doliente como una plegaria. Aplaudí especialmente los dos temazos del "Blood on the tracks", que pude reconocer sin problemas a pesar de que se parecían a las originales como un huevo a una castaña, y esa bella "Nettie Moore", que destaca entre el repertorio de "Modern Times".

La banda, de nuevo, estuvo a la altura de la leyenda, y Bob como siempre fue a lo suyo, genial e imprevisible, con una versión rarísima de "Girl of the north country", despistando a una audiencia que sólo pareció reaccionar al unísono con el final de "Like a rolling stone". Un himno para terminar una noche de alegría y rock and roll, amistad y cervezas. Y eso que no pude coincidir ni con Jony ni con Javistone, cuya existencia empiezo a pensar que es una leyenda urbana. La próxima vez será.

A la salida vimos a Kiko Veneno que quizá se quedara con ganas del "Stuck inside". Tenías que haber ido a Jaén, amigo. De nuevo, si tenéis curiosidad, aquí tenéis el repertorio:


1. Leopard-Skin Pill-Box Hat
2. If You See Her, Say Hello
3. Rollin' And Tumblin'
4. Tangled Up In Blue
5. The Levee's Gonna Break
6. Mississippi
7. John Brown
8. Honest With Me
9. Girl Of The North Country
10. It's Alright, Ma (I'm Only Bleeding)
11. Beyond The Horizon
12. Highway 61 Revisited
13. Nettie Moore
14. Summer Days
15. Masters Of War

(encore)
16. Thunder On The Mountain
17. Like A Rolling Stone

Y de regalo, este vídeo de la voz digital con imágenes de los accesos al estadio. Que me dejen colgarlo es lo mínimo que pueden hacer, después de que a la salida del concierto sirviera de fuente directa para la crónica del periódico, de cuyas erratas por cierto no me responsabilizo.


lunes, 30 de junio de 2008

El iPod de Obama


¿Qué música escucha el futuro presidente de USA? Lo ha desvelado en la revista Rolling Stone. ¿Realidad o márketing político? Puede que un poco de todo, pero lo cierto es que no tiene mal gusto el candidato demócrata:

"Si tuviera que elegir un héroe musical, sería Stevie Wonder. Cuando empecé a interesarme por la música, él lanzó los cinco álbums más brillantes que jamás hemos escuchado: Music of my mind, Talking book, Fulfillingness' first finale, Innervisions y Songs in the key of life". No seré yo quien le contradiga.

"Tengo un gusto muy ecléctico" dice el candidato demócrata. Y lo cierto es que en su iPod puede escucharse a Bob Dylan (“Maggie’s Farm es mi canción favorita, y Blood on the Tracks mi disco preferido”; en total lleva 30 canciones del viejo Bob), y a Bruce Springsteen. Ambos han apoyado su candidatura, y para ellos Obama sólo tiene buenas palabras: "Tener a estos dos iconos de mi lado es halagador". Hace unas semanas, Dylan declaró que Obama está redefiniendo la política estadounidense y podría llevar el cambio real a su país. "Aún no he conocido a Bruce, pero he hablado con él por teléfono. No solo me encanta su música, sino que lo adoro a él como persona. Jamás ha perdido sus raíces, sabe quién es". "¿Le llama Boss?", pregunta el periodista desde el avión del candidato en plena campaña. Obama responde con contundencia: "Por supuesto. Debo hacerlo".

En su iPod también suena hip hop, aunque reconoce que le preocupan las letras de las artistas de rap: "Me preocupa la misoginia y el materialismo de las letras, pero lo mejor del género es que ayudó a romper barreras entre negros y blancos. Sería genial que mis hijas lo escucharan sin preocuparme de que se lleven una mala imagen de sí mismas". Cita a Jay Z ("Me gusta cómo piensa Jay-Z. Tiene mucho talento, es un buen chico. Es serio y puede ayudar a moldear comportamientos de forma muy positiva"), Ludacris y Usher.

De Blues se decanta por Howlin' Wolf, y además nombra a Yo-Yo Ma, Sheryl Crow, The Rolling Stones (Su canción favorita, "Gimme Shelter"), Grateful Dead (“No me considero un seguidor, pero disfruto de sus canciones”), Elton John, Earth, Wind & Fire y las leyendas del jazz Miles Davis, Charlie Parker y John Coltrane. Casi nada.

La que más repite últimamente es Maggie's Farm. "Me habla mientras escucho la retórica política. Dylan cuenta cómo intentar ser uno mismo mientras el resto del mundo quiere que seas como ellos". Y qué natural que suena, como si la respuesta no estuviera estudiada.

Como ven, no está nada mal. ¿Se imaginan qué puede contener el iPod de Zapatero? Mejor no pensarlo. En fin. La lista no es más que una excusa para escuchar una vez más ese gran tema de Bob, al que veré en directo dentro de pocos días:




Como ven, al final está siendo menos impasse del esperado. Pero ya saben como funciona.
¿Y de la Eurocopa no digo nada? Como si quedara algo por decir...

lunes, 23 de junio de 2008

Bob Dylan recuerda a Johnny Cash

Con motivo del fallecimiento del hombre de negro en 2003, el viejo Bob le dedicó estas conmovedoras líneas en las que presenta sus respetos y admiración hacia la figura torturada y genial del cantante de Arkansas. Pocas veces leeremos a Dylan referirse a alguien con tanta veneración como en este texto:


"Me pidieron que diera una opinión sobre la muerte de Johnny y pensé en escribir un texto llamado “Cash es el rey”, porque eso es lo que realmente siento. Lisa y llanamente, Johnny era y es la estrella polar: te orientaba al navegar. El más grande de los grandes, entonces y ahora. Lo conocí en el 62 o 63 y lo vi mucho durante esos años. No tanto en los últimos tiempos, pero de algún modo estaba conmigo más que mucha gente a la que veo todos los días.


A principio de los sesenta no había muchos medios musicales. Sing out!, era la revista que cubría todas las noticias típicas del folk. Los editores habían publicado una carta donde me castigaban por el rumbo que estaba tomando mi música. Johnny les contestó con una carta abierta diciéndoles que se callaran la boca y me dejaran cantar, que yo sabía lo que estaba haciendo. Eso fue antes de conocerlo, y esa carta fue todo para mí. Todavía conservo ese número de la revista.

Por supuesto, yo sabía de él mucho antes de que él hubiera oído hablar de mí. En el 55 o 56, “I Walk The Line” sonó en las radios todo el verano. Era algo diferente a todo lo que habíamos escuchado. El disco sonaba como una voz que venía del centro de la tierra. Era poderoso y conmovedor. Era profundo, y así también eran su tono y cada uno de sus versos: hondos y ricos, a la vez imponentes y misteriosos. “I Walk The Line” tenía una presencia monumental y cierta humillante majestad. Hasta un verso tan simple como “Es demasiado, demasiado fácil para que sea cierto” da una idea de lo que era. Basta recordarlo para darse cuenta lo lejos que estamos hoy de algo así. Johnny escribió miles de versos como ese.

Él es, en verdad, la esencia de la tierra y el territorio, la encarnación de su corazón y de su alma y de todo lo que significa estar aquí. Y todo eso lo dijo en un inglés llano. Creo que podemos recordarlo pero no definirlo, así como no podemos definir una fuente de verdad, de luz y de belleza. Para saber que significa ser mortal, no tenemos más que volvernos hacia el Hombre de Negro. Bendecido con una profunda imaginación, Johnny usó ese don para expresar todas las muchas causas perdidas del alma humana, y eso es algo milagroso y humillante. Escúchenlo y siempre volveréis a vuestros cabales. Johnny se eleva muy alto sobre todas las cosas y nunca morirá ni será olvidado por nadie, ni siquiera por los que aún no han nacido, especialmente por los que aún no han nacido. Y así será por siempre. "
Bob Dylan


Se inicia la cuenta atrás para la gira española de Bob. Por los set-lists que está tocando, la cosa promete muchísimo.

Y a Johhny, que Dios lo tenga en su gloria.

domingo, 15 de junio de 2008

Impasse


Lo habrán notado. Este blog está más bloqueado que los camiones con la huelga. Y lo cierto es que no he parado, entre conciertos, buenas y malas noticias, proyectos, enfermedades varias y obligaciones. Pero ya saben cómo funciona esto. A veces hay mucho tiempo y otras ninguno. Así que aprovecho para avisar que esto va a seguir igual durante una buena temporada, quizá hasta septiembre. No estoy diciendo que no vaya a haber ninguna entrada más hasta que acabe el verano, pero sí que habrá muy pocas, y esporádicas. O eso es al menos lo que pienso ahora. El que avisa no es traidor.

Comentarles que jamás pensé que vería en mi Sevilla natal tres conciertos de la talla de Rufus Wainwright, Richard Hawley y New York Dolls en menos de dos semanas. Que el jueves que viene, Miguel Bosé volverá a apabullarnos, seguro. Que Dresden Dolls (Ragdolls, New York Dolls, Dresden dolls...) tienen nuevo disco, "No, Virginia":



Que Amanda Palmer saca disco en solitario,"Who Killed Amanda Palmer?". Oh my God.



Que tengo cinco libros en agenda, y varios films para ver. Que este verano veré a Bob Dylan dos veces (don´t think twice), a Chuck Berry, a Tom Waits, a Bruce Springsteen.



Que nos vamos a Londres en agosto. Si necesitan algo, ya saben.
Que sigo enganchado a "Cómo conocí a vuestra madre". Le-gennnnnn-dary!!!!
Y que Daniel Johnston es el más grande.