lunes, 20 de agosto de 2007

Shine a Light, de Martin Scorsese






Finalmente no será en septiembre sino en el 2008 cuando se estrene el nuevo film de Martin Scorsese, "Shine a light", un documental sobre la gira "A Bigger bang" de The Rolling Stones. Gran parte del material fue rodado en el Teatro Beacon de Nueva York durante la fiesta de cumpleaños de Bill Clinton, en el que contaron con invitados especiales de la talla de Buddy Guy, Jack White o ¡Christina Aguilera! (este Mick...). A estas alturas de la película, uno no sabe si el film estará más cerca del grandioso "The Last Waltz" o de "This is Spinal Tap", donde Rob Reiner parodiaba al bajito genio italoamericano. En cualquier caso, siempre hay ganas de Stones, y todo lo nuevo que se ruede, publique o edite, tendrá mucho interés. Estamos hablando de la mejor banda del rock and roll.

Mientras esperamos, echad un vistazo al trailer de la película, para poneros los dientes largos:



Y para entrar en la página española, pincha aquí:


En THE OBSERVER (publicado por el diario Clarín en español), Craig McLean charló con Scorsese sobre el proyecto:

¿Por qué los Stones? ¿Por qué ahora?

No sé. Tampoco sé por qué no. Nunca me lo pregunté, la verdad.



¿Cómo se acerca uno a lo que se supone es la película en vivo definitiva sobre la banda de rock más grande del mundo?

¡No lo sé! Tengo una larga historia con su música, sus canciones me influenciaron mucho. No los conocía. Sólo los había visto en concierto un par de veces a lo largo de los años. Lo más importante es que conocí su música en esos años formativos en los que la música es muy importante en tu vida. Para mí, eso fue entre 1963 y 1970. Y también a lo largo de los '70. Sus canciones terminaron apareciendo en Calles salvajes, Toro salvaje, Buenos muchachos, Casino y otras más. (Nota de la cadena: Malas Calles, Uno de los nuestros).

La canción "Shine a Light" era poco conocida hasta que los Stones la rescataron para su álbum en vivo "Stripped". ¿Por qué la eligió como título?

Me gustaba la idea de la luz: volver a echar luz sobre los Stones, iluminar su música y la contribución que hicieron a la cultura.

Pasó meses preparando el rodaje. ¿Por qué tanto?

Estaba tratando de encontrar una estructura narrativa que después abandoné, los preparativos, el hecho de que a la vez todavía seguía trabajando en la mezcla de Los infiltrados. Entonces no imaginaba que Los infiltrados iba a tener tan buena recepción crítica, sólo esperaba que funcionara en taquilla. Hay ciertas películas que me las quiero sacar de encima. Y eso me pasó con ella. Cuando la terminé, filmar con los Stones fue catártico. Quise captar, en una performance, 40 años de historia.

En su preparación, ¿vio los otros documentales de los Stones?

Vi Cocksucker Blues (de Robert Frank), que me gusta mucho, es un gran documento de esa época. Sympathy for the Devil la había vuelto a ver hacía poco, así que no la revisé. Esa película es esencial. Las escenas de ensayo que filmó (Jean Luc) Godard con las viñetas que agregó, la convierten en una película que aún hoy es poderosa. Te hace redefinir tu manera de ver la vida, la realidad y la película. En Sympathy..., además, lo importante era ver como los Stones armaban esa obra maestra. Es extraordinaria.


En la película se ve a Jagger manejando todo. ¿Te dejó entrar en el "círculo íntimo" para hacer el documental?

Sí. Es un proceso de colaboración. La experiencia fue maravillosa. Pero yo siempre me quejo. Es parte del proceso. Si no me quejo, no la estoy pasando bien...


A Mick no le gusta nada dar entrevistas. ¿Cómo se arregló con eso?

¡No les hice entrevistas! ¿Qué querés saber de ellos? ¿Qué? ¡Hace 40 años que los conocemos! Ya han dicho todo. ¿Qué se les puede preguntar? Todo es su música y su actuación. Eso es lo que queda, lo que me inspira. Así que decidí no entrevistarlos.


¿Cuál cree que es el secreto de la relación entre Jagger y Richards?

Viéndolos trabajar juntos y actuar parecen ser completos opuestos. Mick se mueve muy rápido. Keith, muy despacio. Parece que se balancearan extraordinariamente bien. Y en términos de música y de letras parecen una pareja perfecta para colaborar, el ying y el yang del grupo.


¿Por qué cree que, después de tanto tiempo, nos siguen fascinando?

Es el poder de su música. Para mí, no tiene que ver con los '60, los '70 o los '80. Es lo que son ahora. Cómo tocan y cómo interactúan. Y lo que todo eso le provoca al público. Esa es la verdad. Podés meter adentro toda la historia, pero yo creo y siento que todo está ahí, en el momento. Es ahí cuando te afectan, emocional y físicamente. Todavía me siguen inspirando. No me pude resistir. Tenía que hacer esta película.


2 comentarios:

SisterBoy dijo...

No sabia que This is Spinal Tap fuera una parodia de The last walz aunque claro para adivinarlo tendría que ver la pelicula de Scorcese algo que me averguenza decir que no he hecho

Adso dijo...

He ampliado la entrada, con la interesante entrevista de Martin. ¡Lo sabía! ¡Infiltrados es una película alimenticia!
Con respecto a "This is Spinal Tap", parodia a muchas bandas, pero la parte de Rob Reiner parodia las entrevistas de "The Last Waltz" que deberías ver sin dudar.